GOBIERNO DE LA RIOJA . La AREV respalda a La Rioja en la defensa de los intereses del modelo de calidad frente a la aplicación de la OCM vitivinícola
La Mesa Internacional de la Asamblea de Regiones Europeas Vitivinícolas (AREV) ha subrayado esta mañana, en Maguncia (Alemania), la necesidad de trabajar en la defensa del modelo de calidad vitivinícola frente a la aplicación de la OCM, con el fin de influir decisivamente en el informe de evaluación que la Comisión realizará en 2012 sobre la liberalización del sistema de derechos de plantación (prevista a partir de 2015).
Este criterio formará parte de la Declaración Institucional con la que se cerrará esta Asamblea y que respalda completamente la postura del sector vitivinícola riojano en su conjunto y la línea de actuación emprendida por el Gobierno de La Rioja, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.
El Director General de Calidad e Investigación Agroalimentaria, Pedro Manuel Sáez Rojo, ha representado a La Rioja en esta Mesa Internacional, en la que se ha puesto de manifiesto la reiterada oposición de la AREV a una liberalización de plantaciones que “conllevará la aparición de estructuras agroindustriales de producción de uva, totalmente contrarias a los esfuerzos dedicados a promover la calidad y la protección de los paisajes labrados por el hombre, poniendo en serio riesgo el tejido socio-económico de las regiones y, por lo tanto, el desarrollo de las zonas rurales”.
Una defensa de las pequeñas y medianas explotaciones, tan importantes en La Rioja, frente a estas “auténticas industrias del vino”. En este sentido, la AREV muestra su preocupación por el hecho de que los vinos con variedad sin indicación geográfica no queden sometidos a criterios de calidad.Para ello se pide la posibilidad de iniciar, a nivel nacional y regional, una política de calidad en cada Estado miembro para dichos vinos.
Otros asuntos tratados en esta reunión han sido la oposición de la integración de la OCM vitivinícola en la OCM única, al solicitarse una preservación de la especificidad del sector; un procedimiento de homologación en manos de las administraciones locales y nacionales que la han desarrollado hasta la fecha; y otras cuestiones organizativas, como la oposición a la entrada de la Comisión Europea (al menos como miembro de pleno derecho) a la Organización Internacional del Vino (OIV) cuyas competencias técnicas (plantación, vinificación y etiquetado) corresponden a los Estados miembros.