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Hojas Parroquias


1.272 PROGRAMA NUESTRA PARROQUIA, EMISION, 9 abril 2017

Categoría : Parroquia Arnedo
STVRioja Baja
1.272 PROGRAMA NUESTRA PARROQUIA, EMISION, 9 abril 2017
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--ARNEDO. La Hoja Parroquial de Arnedo-Servir y dar su vida por todos-me amó y se entregó-el delantal
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VUESTRO PÁRROCO

Con mis mejores deseos para esta Semana Santa. Los actos de ayer animan a uno a invertir cada día más tiempo en los demás: son en centro de nuestra vida. Ojalá acertemos. Por la mañana, una animada y gozosa multitud de niños que no los vemos habitualmente. Y por la tarde una representación de la vida y pasión de Jesús en el Teatro Cervantes de Arnedo, que nos dejó estupefactos: niños de la catequesis con guión-dirección y puesta en escena de una de las catequistas que nos dejó estupefactos. Hora y cuarto sin descanso. Pura poesía, donde más se insinuaba que se decía, muy alejada de lo clásico, que suele ser cartón-piedra. Enhorabuena. LA PRIMAVERA

“A DISTINGUIR ME PARO LAS VOCES DE LOS ECOS…”
Y ESCUCHO SOLAMENTE ENTRE LAS VOCES, UNA”

Esto decía entre otras hermosuras el hombre bueno que siempre fue don Antonio Machado. Y también decía: “Converso con el hombre que siempre va conmigo —quien habla solo espera hablar a Dios un día—; mi soliloquio es plática con este buen amigo, que me enseñó el secreto de la filantropía”.
Esta genial sencillez de sus versos sirve de maravilla para hacer el Pregón de la Semana Santa del
Señor. Una invitación oportuna a no dejarnos agobiar por tantos mensajes, la mayoría puro ruido, ecos de confusión, que no orientan a nadie. Y una invitación al silencio interior con la promesa de que ‘quien habla solo espera hablar a Dios un día’. ¡Cuánto más estos días en los que ese soliloquio nos lleva a caminar con el mismo
Jesús de Nazaret ascendiendo en silencio hacia su final ‘glorioso’! En torno el ruido, los comentarios, los insultos o la indiferencia. Los entusiasmos momentáneos que tanto molestaban al Maestro: “Callad y salid de ese hombre” había dicho varias a los ‘demonios’ que le gritaban: “¡Hijo de Dios!” porque la fe no brota del entusiasmo momentáneo sino de la conversión del corazón, y en definitiva, del amor.
Y los ecos son confusos, no sabemos si son palabras o simplemente ruidos. Puede ser esta semana, según nuestra elección, ‘la semana santa casera, la familiar, la culinaria, la costumbrista, la cofradiera, la comercial, la televisiva, la vacacional, la divertida, la solidaria, la litúrgica-sacramental, la evangélica, la misionera y evangelizadora. Semanas no todas santas’. Y una vez más la fe nos obliga a elegir. Es cierto que ni todas son santas ni todas perversas o vacuas. Por eso ¡y cada instante de nuestras vidas!, nos vemos obligados a establecer una ‘escala de valores para ‘preferir’ lo más importante para el Reino de Dios. Porque Jesús ya decía refiriéndose a la Ley y la misericordia: “Esto había que hacer sin descuidar lo otro”.
Hoy, domingo de Ramos será la ‘mascarada’ del desarme de ETA. Pido disculpas por mencionarlo, pero me recuerda la soledad del Justo; alrededor, autoridades religiosas y políticas, intelectuales y pacifistas de pacotilla, los mismos que aplaudieron en un día como hoy, reían el Viernes Santo. En el fondo todos se felicitaban porque había quedado resuelto un tema espinoso para todos. ¿Y la Víctima inocente? “Padre, ¿por qué me has abandonado?” Al pie de la cruz unas mujeres con su madre y ‘el discípulo a quien Jesús quería.
Siempre me ha impresionado la soledad de las víctimas inocentes y la de los que los acompañan; estos últimos dan su vida, voluntaria u ocasionalmente por los inocentes: un pariente enfermo de gravedad, que puede ser el hijo, el padre/madre ancianos; años de acompañamiento día y noche… Al final están solos.
Los demás nos vamos a casa. Sólo Pilatos tuvo cuidado de enviar soldados ‘no fuera que los discípulos se llevaran el cadáver y dijeran que ha resucitado”, que es como reconocer ‘que tenía la razón…
Así es que estos días, un poco de orden: Liturgia-Sacramentos, evangelio, familia, solidaridad, descanso, cultura, alegría… Y “que no nos olvidemos de los pobres”, por favor dice san Pablo, cosa que he procurado cumplir”.

DOMINGO DE RAMOS O DE PASIÓN

LECTURA DEL PROFETA ISAÍAS 50, 4-7
Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor Dios me ha abierto el oído; y yo no me he rebelado ni me he echado atrás.
Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que mesaban mi barba. No oculté el rostro a insultos y salivazos. Mi Señor me ayudaba, por eso no quedaba confundido; por eso ofrecí el rostro como pedernal, y sé que no quedaré avergonzado.

Salmo responsorial: 21 DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?

Al verme se burlan de mí, / hacen visajes, menean la cabeza: "Acudió al Señor, que lo ponga a salvo; / que lo libre si tanto lo quiere". R.
Me acorrala una jauría de mastines, / me cerca una banda de malhechores; me taladran las manos y los pies, / puedo contar mis huesos. R.
Se reparten mi ropa, / echan a suerte mi túnica. / Pero tú, Señor, no te quedes lejos; fuerza mía ven corriendo a ayudarme. R.
Contaré tu fama a mis hermanos, / en medio de la asamblea te alabaré. Fieles del Señor, alabadlo; / linaje de Jacob, glorificadlo; / temedlo, linaje de Israel. R.

CARA DE SAN PABLO A LOS FILIPENSES 2, 6-11

Hermanos: Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango, y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo, y le concedió el "Nombre-sobre-todonombre"; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se dobla -en el cielo, en la tierra, en el abismo-, y toda lengua proclame: "¡Jesucristo es Señor!", para gloria de Dios Padre.

PASIÓN DE N.S.JESUCRISTO SEGÚN SAN MATEO 26, 14-27, 66

En aquel tiempo uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso: "¿Qué estáis dispuestos a darme si os lo entrego?". Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo. El primer día de los ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: "¿Donde quieres que te preparemos la cena de Pascua?". Él contestó: + "Id a casa de Fulano y decidle: "El Maestro dice:
Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos"". Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua.
Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. Mientras comían dijo: "Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar". Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: "¿Soy yo acaso, Señor?". Él respondió: "El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo del hombre se va como está escrito de él; pero ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre!, más le valdría no haber nacido". Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: "¿Soy yo acaso, Maestro?". Él respondió: "Así es". Durante la cena, Jesús cogió pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a los discípulos diciendo: "Tomad, comed: esto es mi cuerpo". Y cogiendo un cáliz pronunció la acción de gracias y se lo pasó diciendo: "Bebed todos; porque ésta es mi sangre, sangre de la alianza derramada por todos para el perdón de los pecados. Y os digo que no beberé más del fruto de la vid hasta el día que beba con vosotros el vino nuevo en el Reino de mi Padre". Cantaron el salmo y salieron para el monte de los Olivos.
Muy importante: las misas de la tarde de Jueves Santo en la Parroquia será a las 17’00 y a las 18’30 las dos en Santo Tomás. Después subiremos en procesión a Santa Eulalia con la Eucaristía para el monumento.

MARTES SANTO

“¡POR CRISTO OS LO PIDO: DEJAOS RECONCILIAR CON DIOS!”

¿Y por qué he de confesarme? Hemos reducido a tan poco la Reconciliación, que hemos olvidado la misericordia y sabiduría del Padre para reconciliarnos cuantas veces haga falta. No es lo fundamental ‘confesarse, decir los pecados al confesor’. Lo esencial es sabernos pecadores ante el Señor por no ser fieles a la fe recibida, de no ‘convertirnos’, volvernos a Jesús cada día; reconocer la bondad del Padre-Dios que nos ama… y confesar nuestros pecados para “ser embajadores de Cristo llevando en nuestras manos el mensaje de la reconciliación”.
“Lo que nos hace libres no es el dominio de las pasiones egoístas, sino la entrega a los demás”.
Copiamos el texto de san Pablo que lo dice todo y bien, y con la ternura de un mensajero, a los discípulos que han aprehendido bien su mensaje:
“Es que el amor de Cristo no nos deja escapatoria; es decir, murió por todos para que los que viven ya no vivan más para sí mismos, sino para el que murió y resucitó por ellos.
Por consiguiente, nosotros ya no apreciamos a nadie por la apariencia y, aunque una vez valoramos a Cristo por la apariencia, ahora ya no. Por consiguiente, donde hay un cristiano, hay humanidad nueva; lo viejo ha pasado, mirad, exista algo nuevo.
Y todo eso es obra de Dios, que nos reconcilió consigo a través de Cristo y nos encomendó el servicio de la reconciliación, quiero decir que Dios, mediante Cristo, estaba reconciliando el mundo consigo, cancelando la deuda de los delitos humanos y poniendo en nuestras manos el mensaje de la reconciliación. Somos, pues, embajadores de Cristo y como si Dios exhortara por nuestro medio. Por Cristo os lo pido, dejaos reconciliar con Dios”.
Como para pensar mucho la oportunidad que el Señor nos ofrece constantemente de vivir en la confianza de Dios Padre sin temor. Pero nosotros nos desentendemos de ello. Un padre ya ha perdonado a su hijo y el hijo rechaza dar la mano de quién él ha ofendido, que se la tiende sin rencor.
¡Loco debo de estar pues no soy santo! Una vez más nos organizamos para acudir juntos, como una gran familia a dar las gracias a nuestro Dios-Padre, dejándonos guiar del mismo Dios-Espíritu Santo, de la mano de nuestro abogado Dios-Hijo, Jesucristo nuestro Señor y nuestro hermano. El martes, a las ocho de la tarde en Santo Tomás Apóstol, CELEBRACIÓN COMUNITARIA DE LA RECONCILIACIÓN.

JUEVES SANTO

…PARA SERVIR Y DAR SU VIDA POR TODOS…”

Así dice Jesús en Mateo 20,28: “El que quiera ser primero, sea vuestro esclavo. Igual que el hijo del hombre no ha venido para que le sirvan sino para servir y dar su vida en rescate por todos” . ¿No tenemos en estas frases motivo para acudir a celebrar su entrega y su servicio ‘por rescatarnos’?
Los ‘signos’ de esta actitud de Jesucristo no se limitan a la eucaristía, pan y vino compartido, y en el lavar los pies a sus discípulos. Dos ‘detalles’ que traducen simbólicamente lo que hizo desde que nació hasta que murió dando hasta la última gota de su sangre. Y en medio, una vida de ‘siervo’ de un ‘don nadie’, ‘hijo del hombre’ que pasó haciendo el bien y liberando a los oprimidos por los poderes infernales. Nos espera la misma tarea, el mismo servicio y el mismo ‘partirnos’ con Cristo por amar a cada persona, sobre todo acercándonos a los más pobres, a los apartados de la sociedad y a los descartados de la misma. Jesús pasó por los caminos encontrándose con toda clase de marginados, (porque transitaba por las márgenes de la sociedad que es donde se encuentra esa gente). Quienes vamos buscando los centros de la ciudad, los primeros puestos en los banquetes y en los homenajes, quienes nos repugna que ‘nos confundan’ con cualquiera, es difícil que demos de bruces con pobres, pecadores, pordioseros o parados…es imposible que les veamos el rostro a los desgraciados y nos compadezcamos de su injusta miseria, como le sucedía a Jesús. Pero si nosotros vamos ‘a los nuestro…

VIERNES SANTO

“… ME AMÓ Y SE ENTREGÓ POR MÍ…”

Es cierto que, en el memorial de la Muerte y Resurrección de Jesucristo el cenit está en la
Resurrección, pero qué sentido tendría sin la muerte, y qué valdría la muerte sin el amor como empuje a darse a ella; y qué amor si no es por entregarse a los demás; y qué entrega si no es por servir a los últimos...? Así el misterio comenzó cuando Jesús exclama: “Heme aquí, Padre para hacer tu voluntad. Y esta es la voluntad de mi Padre: que no pierda nada de lo que me ha entregada...” Y el camino lo señala él mismo:
“Convenía, en efecto, que aquel por quien y para quien todo fue hecho, queriendo llevar a la gloria un gran número de hijos, se hiciese perfecto, mediante los sufrimientos, al jefe
que debía guiarlos a la salvación”.
“aunque era hijo, en el sufrimiento aprendió a obedecer”. No hay otro camino. ¿Somos de los que pasamos de largo, de esos espectadores ‘tontos útiles’ de los que los sabios de este mundo se valen para justificar sus tropelías con las víctimas? Que nunca intentemos ‘echar tierra encima del inocente: ‘Su sangre clama ante Dios’. Todos somos responsables de todos y de todo: de la
Casa Común que va hecha unos zorros, la pobre naturaleza; y de las víctimas de todas las violencias sociales, políticas, económicas y sobre todo religiosas…
Sólo cabe una oración: “Padre, perdónanos, no sabemos lo que hacemos”

Tu cruz... mi vuelo
En tu cruz, Señor, sólo hay dos palos, el que apunta como una flecha al cielo y el que acuesta tus brazos.
No hay cruz sin ellos y no hay vuelo. Sin ellos no hay abrazo Abrazar y volar. Ansias del hombre en celo. Abrazar esta tierra y llevármela dentro.
Enséñame a ser tu abrazo. Y tu pecho. A ser regazo tuyo y camino hacia Ti de regreso.
Pero no camino mío, sino con muchos dentro.
Dime cómo se ama hasta el extremo. Y convierte en ave la cruz que ya llevo. ¡o que me lleva! porque ya estoy en vuelo.
Ignacio Iglesias S:I

El Delantal

Ya casi es una costumbre en nuestras parroquias. En Semana Santa, al lavar los pies unos a otros, nos damos un delantal como recuerdo y compromiso. Y en el delantal un letrero:”Jesús, se ciñó una toalla y lavó los pies a los discípulos “
Cuando nos ponemos ropas litúrgicas tan ricas, echo en falta una que nos recuerde y haga presente el servicio de Jesús. Con los ropajes de las celebraciones, es muy difícil ponernos a realizar una acción tan sencilla como lavar y secar los pies.
Hay una comunidad de Hermanos Menesianos que tienen como insignia todo el curso una toalla colgada en su capilla. Es cierto que hoy llevamos los pies ya preparados para dejarnos lavar. Lo más difícil es lavar a quienes lo pasan mal, a quienes están con los pies sucios o con heridas del camino.
El delantal expresa servicio. Nos lo ponemos para guisar y para servir la comida. Y para otros servicios hacia los demás. Pero queremos que quede en nuestra casa como recuerdo de Jesús y compromiso para nuestra vida cotidiana.
Podemos cambiar la señal por una escoba, una bata, un trapo del polvo...Lo importante es que no sea acción de un día sino actitud constante a lo largo de la vida.
Esta temporada me ha tocado acercar al centro médico de la capital a un señor y cada viaje devuelve. Para que el coche no se ensucie, ya vamos preparados con toallas, una sabana. Siempre he visto a las mujeres con un delantal encima de otro, para poderse quitar el de encima que se ha manchado y poder salir a la calle con el otro limpio. El servir requiere amor de reserva para seguir en la misma actitud.
San Juan nos relata el lavatorio y no nos pone la eucaristía. De siempre me ha chocado por qué en la Iglesia no hemos dejado como costumbre, como sacramento, el lavarnos los unos a los otros. Ya es sacramento y presencia de Jesús el servicio de cualquier manera que nos hacemos unos a otros. Y hay miles de signos sacramentales de ayuda en el caminar cotidiano
Por eso, cuando veo a una persona con delantal, me alegro, lo celebro y recuerdo aquello de Jesús” en esto se nota que sois discípulos míos, si os amáis unos a otros”. El delantal lo delata. Gerardo Villar


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